América Latina y los caminos cruzados. Texto colectivo de la RIEH AL

Breve historia

A mediados del siglo XX crecimos escuchando que este es el continente de la esperanza. La vieja Europa miraba hacia el oeste como en tiempos de los primeros exploradores atlánticos. África no contaba y Asia aún no había despertado. Pero al igual que en tiempos de Colón la mirada del Norte fue más lejos, donde riquezas como el petróleo y gas despertaban la codicia de las empresas trasnacionales, en especial en el Medio Oriente. Y Estados Unidos, que ya era la gran potencia mundial, nos miraba como su patio trasero, algo a no perder, pero sin querer ocuparse demasiado. En su momento la Alianza para el Progreso de Kennedy dio la ilusión de ser nuestro Plan Marshall, pero fue un espejismo. Y llegó en la última parte del siglo pasado el despegue del sudeste asiático donde el capitalismo logró sus mejores hazañas.
Claro que la principal responsabilidad es nuestra por no haber sido capaces de crear instituciones latinoamericanas sólidas. Las numerosas iniciativas de integración económica perdieron fuerza o desaparecieron luego de los primeros años de vida. Nuestros países se han dado la espalda mientras miraban al mundo desarrollado como un espejo lejano. Ni el comercio, ni la cultura (pese a las raíces comunes con el llamado Occidente) nos han unido como espacio político. Y así nos encontramos con profundas brechas internas en muchos países, donde derechas e izquierdas (navegando entre el populismo y el neoliberalismo) son incapaces de plantear estrategias nacionales coherentes. Y como dice el dicho: “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”; en este caso nos mueve el vaivén de la política internacional. Hoy es China el principal socio comercial de la mayoría de los países de la región, pero siguiendo el modelo de explotación extractivista, primario y de escaso contenido tecnológico.

Un panorama agravado por la pandemia de COVID 19

Esto afirma un reciente informe de CEPAL: Los países de América Latina y el Caribe son muy diferentes entre sí, pero es justo decir que la región en su conjunto está experimentando un profundo cambio político y económico. La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto las debilidades subyacentes en los Estados de bienestar, los sistemas sanitarios y las capacidades del sector público en general. La crisis inflacionaria del costo de vida ha agravado el problema y ha puesto aún más en peligro a las comunidades y miembros más vulnerables de la sociedad. Al mismo tiempo, la crisis climática acecha en el horizonte, lo que aumenta la escala e intensidad de las crisis relacionadas con el agua, la biodiversidad y el suelo. Sin embargo, son los retos estructurales de América Latina y el Caribe los que suponen mayores obstáculos: la dependencia de la región de los recursos naturales, su baja productividad, su débil capacidad institucional y de gobernanza y su limitado margen fiscal, por nombrar solo cuatro.
La autoría es de Mariana Mazzucato , (Roma 1968) destacada economista y profesora en la Economía de Innovación y Valor Público en el University College London y en la Universidad de Sussex, quien proporciona una mirada diferente, en particular por su visión del rol del Estado en la economía, basada en evidencias de investigación y lejana de los estereotipos que escuchamos habitualmente: “Se debe invertir también en la capacidad del Estado, y aprovechar el uso de las políticas, herramientas e instituciones de una forma orientada a los resultados. Este enfoque requiere espacios seguros donde experimentar, como los laboratorios públicos de innovación, que pueden ayudar a los Gobiernos a “aprender haciendo”, al tiempo que invierten de manera ambiciosa y decidida en sus propias capacidades”.
En una comunicación de mayo 2023 dice Mazzucato: “Un nuevo informe del secretario general de la ONU señala que “el principio que define la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es una promesa compartida por todos los países de trabajar juntos en pos de los derechos y el bienestar de todas las personas en un planeta próspero y saludable. Pero a mitad de camino en dirección a 2030, esa promesa está en peligro”. Para cumplirla se necesita un sistema financiero internacional adecuado, algo que sólo será posible si reemplazamos el paradigma según el cual el Estado debe limitarse a corregir fallas en los mercados con otro centrado en el bien común y basado en la idea del Estado como formador de mercados”.

El desarrollo pensado desde el sur

Somos herederos de quienes lucharon y aportaron al Derecho de los Pueblos a un desarrollo humano, desde los albores de la independencia hasta nuestra época. Algunos de ellos los ha venido señalando Eloy Mealla en nuestros cursos de Introducción a la Economía Humana, por ejemplo:
- los poetas e intelectuales de la primera mitad del siglo veinte: José Enrique Rodó, Rubén Darío, Manuel Ugarte, Víctor Haya de la Torre. - Josué de Castro, médico y economista brasileño que con su Geopolítica del Hambre (1951) contribuyó a crear una concepción nueva de los problemas del subdesarrollo, como un subproducto de la explotación económica. - Paulo Freire y su concepción de la educación popular a través de la "concientización" y la organización social en una perspectiva transformadora. - Raúl Prebisch, y luego Celso Furtado desde la CEPAL en los años sesenta, fundan el estructuralismo latinoamericano que señala las causas y condiciones estructurales que explican la situación subordinada de los países periféricos. Esto dio lugar a la teoría de la dependencia con representantes como Fernando Henrique Cardoso, Theotonio Dos Santos y André Gunder Frank, propiciando un ambiente favorable a las diversas propuestas de integración latinoamericana (ALALC, luego ALADI y actualmente CELAC), que no han logrado superar las tendencias a la división. Las ideas planteadas desde la CEPAL enfrentaron desafío socio-políticos extremos y planteos revolucionarios en los sesenta, y luego el avance neoliberal con violencia dictatorial en los países del Sur.
- En las líneas de resistencia encontramos la teología y la filosofía de la liberación como fuente de emancipación, expresadas en los trabajos de Gustavo Gutiérrez, Carlos Cullen, Enrique Dussel, Juan Carlos Scannone, Juan Luis Segundo, Leonardo Boff y Lucio Gera, entre otros.
- También Luis Razeto con su propuesta de una economía y civilización solidaria, Manfred Max Neef con su economía a escala humana, y la Fundación Bariloche que aporta la divulgación científico-académica, sobre la base de un sólido humanismo y dentro de los principios democráticos.
- Juan Pablo Terra fundador y animador del Centro Latinoamericano de Economía Humana, Montevideo), inspirado en Louis-Joseph Lebret. El CLAEH ofrece una de las primeras conceptualizaciones sobre el desarrollo local de la mano de José Arocena.
- el Foro Social Mundial, con Chico Whitaker desde Porto Alegre en 2001, que inició un espacio de referencia y encuentro para los movimientos que luchan por otro mundo posible, alternativo a la globalización neoliberal.
- Los defensores de una ecología profunda como Leonardo Boff, Eduardo Gudynas, Arturo Escobar y los heroicos ambientalistas que enfrentan la violencia de los poderosos. Ellos con otros inspiraron la magnífica encíclica del Papa Francisco, Laudato Si.

Naturalmente somos herederos de Louis-Joseph Lebret y su movimiento de Economía y Humanismo. Inspirados también por pensadores de hoy como Edgar Morin, Amartya Sen, Martha Nussbaum, entre otros.

Para difundir estas ideas creamos un programa de Introducción a la Economía Humana para la formación de jóvenes, dirigido a activistas sociales, políticos, sindicales, de centros de investigación y de organizaciones populares, agentes pastorales, funcionarios de gobiernos locales y miembros de los grupos de la RIEH.

Aportes de la Red Internacional de Economía Humana

En una docena de países de América Latina, desde México a la Patagonia, los miembros e instituciones de la RIEH contribuimos a crear condiciones para el desarrollo humano de todas las personas. La Economía Humana proporciona una mirada crítica, solidaria e inclusiva, basada en necesidades y aspiraciones humanas, que nos guía en tiempos de conflictos e incertidumbre.
Presentamos aquí una pequeña muestra de estos aportes.
En México nos informa Oralia Carrillo que el Centro Transdisciplinario para el Humanismo Económico, A. C. desarrolla su labor con tres criterios: el rescate con desarrollo de las tradiciones, las culturas y las sapiencias ancestrales; la coordinación y la confluencia con las diferentes organizaciones de la sociedad civil afines, cercanas y abiertas al diálogo y el intercambio; la recepción y la aplicación de las sugerencias, las recomendaciones y los acuerdos de la RIEH.
En Argentina la Fundación Escolares, miembro de la RIEH, con su programa de Educación y Producción para el Desarrollo Rural Sustentable, facilita el acceso a la educación a niños y jóvenes de zonas rurales empobrecidas y promueve procesos de desarrollo local mediante la participación de la comunidad educativa y de las organizaciones de la sociedad civil. La Fundación hace un abordaje integral del desarrollo rural y ello implica considerar la dimensión de la educación a la par de la producción y el desarrollo comunitario. En este sentido las escuelas con las que trabaja y en especial, las que implementan la pedagogía de la alternancia, como las Escuelas de la Familia Agrícola (EFA) que desempeñan un rol clave, no solo en la formación de los jóvenes sino también en el desarrollo local. Las EFA, son instituciones de gestión privada que ofrecen educación pública y son gestionadas por una comisión directiva integrada por los padres de los alumnos.

Venezuela es un caso patológico nos dice Francisco González. Su Índice de Desarrollo Humano tenía un buen crecimiento sostenido a lo largo de los años, se hace lento en el año 2010 y cae en picada en el año 2015. Ni la geografía ni la población habían cambiado, lo que cambió fue el sistema político que restringió aún más la libertad, instauró una autocracia, acabó con el estado de derecho y limitó severamente el capital social al imponer una organización social de base partidista y centralista. En los años recientes la emigración selectiva debilita aún más la población, la egresión de la naturaleza por razones de codicia se agravan y se instala la cleptocracia. Es otro camino, pero en retroceso.
¿El camino para el desarrollo sostenible? Hay alternativas, pero todos pasan por la ruta de la libertad, la democracia, el estado de derecho y el fortalecimiento del capital social. Aquí no hay trochas.

Michel Azcueta nos habla del Perú, país de tradiciones milenarias y centro de una de las cinco civilizaciones mundiales, que lleva décadas sumergido entre profundas crisis y grandes esperanzas.
La dependencia económica, madre de todos los males, ha sido la constante durante cinco siglos, alentada por ese pequeño sector que se iba beneficiando del tipo de relación comercial, minera y agrícola, adoptando modos de vida occidentales y niveles de vida comparables a los de las capitales de los países más desarrollados mientras las grandes mayorías luchaban por la sobrevivencia.
El Perú se ha venido moviendo entre la modernización autoritaria y la búsqueda de la modernización democrática. Pero todo intento de modernización democrática siempre es barrido por los tradicionales intereses económicos, políticos y culturales que predominan en el Perú. Se sumó a esto la nefasta acción de Sendero Luminoso, con su terror contra el pueblo (más de 70,000 asesinados, todos ellos de sectores populares incluyendo a varios miles de dirigentes campesinos, obreros, soldados y autoridades municipales), y de Alberto Fujimori con su concepción autoritaria y controlista de gobierno, se encargaron de ir minando y destruyendo esta riqueza social peruana.
La renovación de la política (renovación en las ideas, en las propuestas, en la práctica y en las dirigencias) y generar espacios políticos democráticos es un objetivo urgente e inmediato para enfrentar los retos que se nos presentan en el Siglo XXI.

En Brasil el triunfo de Lula impidió un segundo gobierno de Jair Bolsonaro, que por su irracional negación de la epidemia de Covid 19, provocó que se registrara un número de muertes muy superior al que causaría la enfermedad por sí sola. Chico Whitaker, nuestro querido compañero de la Economía Humana, fundador del Foro Social Mundial, dice al respecto: “Lo que ahora esperamos es que, a su debido tiempo, los autores de todos estos crímenes sean castigados ejemplarmente, para que podamos iniciar, en Brasil, un proceso vigoroso de superación de la impunidad, que se combina peligrosamente con la tendencia social a trivializar lo inaceptable, para convertirse en las grandes heridas políticas brasileñas”. ¿Qué lección, nosotros del FSM, podemos sacar de lo que sucedió en Brasil, mientras persiste el ruido de los enfrentamientos? ¿Tendríamos derecho a atrevernos a decir que en Brasil hubo una gran victoria política del "espacio abierto", que fue la orientación inicial sobre el carácter del FSM en su creación en 2001? ¿Afirmarla como una nueva forma de hacer política, que incluye alegría cuando está sucediendo y más aún cuando uno llega a una victoria, como con el "partido" como el que estamos haciendo hoy en todo Brasil, en todos los niveles de la sociedad? Y mostrando que tal "espacio" no es intrascendente, sino un productor de acciones concretas al fomentar iniciativas de diversos sujetos políticos. Entre los que se encuentran los de los propios pueblos, beneficiarios, junto con la naturaleza, de las luchas para cambiar el mundo y, más que solo beneficiarios, siendo de hecho quienes lideran las luchas decisivas. El conocido escritor Celso Rocha de Barros fue citado estos días diciendo que en Brasil "los pobres salvaron la democracia".
Mientras tanto, desde una frágil alianza política el presidente Lula da Silva lucha contra la tradición que hace posponer indefinidamente la superación de la pobreza y la escandalosa desigualdad de ingresos que caracteriza a Brasil, herencia de más de 300 años de esclavitud, que hoy aún persiste en nuevas formas.
En Uruguay el sistema penitenciario se encuentra en un perpetuo proceso de transformación que no alcanza a consolidarse de forma definitiva. Cambios sociales y políticos sucesivos han supuesto reformas muy relevantes en las normas penales y en la ejecución penitenciaria ya desde la década de los años 70, incorporando paulatinamente los dictados de las normas internacionales desde el respeto a los derechos humanos. Sin embargo, tal como reiteradamente reflejan los diferentes observadores, el sistema de ejecución penal no alcanza el nivel de eficacia que le correspondería de acuerdo al nivel de desarrollo social del país, ni consigue atajar una situación que se describe habitualmente como crítica. Las mujeres representan el 6,2% de las personas privadas de libertad. Una escasa relevancia numérica que marca un papel secundario en un universo predominantemente masculino y perpetúa una situación de desventaja e invisibilidad. La violencia y/o discriminación estructural contra las mujeres en la sociedad, se perpetúa y agrava en prisión.
El equipo RIEH junto con la Universidad CLAEH buscas respuestas a preguntas como las siguientes: ¿Cuáles son las políticas que se están poniendo en marcha y que lograr mejorar la situación de las mujeres privadas de libertad en Uruguay? ¿De qué manera se hace partícipe a la sociedad civil que defiende sus derechos de estas políticas? ¿Qué puede aportar la sociedad civil para apoyar y completar el objetivo rehabilitador del INR?
En Guatemala, desde la sociedad civil se lucha contra la concentración del poder que burla la separación de los tres poderes del Estado que es un requisito básico de la democracia real.
En Nicaragua y El Salvador se retrocede en estas garantías mediante métodos policiales y represión de la libertad de expresión, encarcelamiento y expulsión de opositores.
Chile y Colombia han vivido con esperanza cambios de signo en sus gobiernos fruto de las protestas sociales duramente reprimidas por los gobiernos respectivos. Ambos procesos se encuentran desafiados por múltiples acciones desestabilizadoras de las elites que han ejercido el poder económico y el acceso a los principales medios de comunicación.

La RIEH tiene un mensaje esperanzador

Desde estos y otros países de la región, miembros de la RIEH, junto a millones de personas orientadas al Bien Común, seguimos persiguiendo el sueño de Lebret; “que el desarrollo alcance a Todas las Personas y a la Totalidad de ser Persona”.

 

[1] M. Mazzucato, Cambio transformacional en América Latina y el Caribe: un enfoque de política orientada por misiones (LC/TS.2022/150), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2022.

[2] Es importante señalar que las EFA surgieron en Argentina y en otros partes de América Latina gracias al impulso de Jean Charpentier, quien anteriormente fue miembro de Economía y Humanismo en Francia con gran experiencia en desarrollo rural en África.